Maºsica: M. Garca­a Garca­a-Perez/Q. Portet
Letra: M. Garca­a GArca­a-Perez/Q. Portet

Todas las tardes, ¡ay, mi Marifa!,
baja usted al rio a lavar,
que pena, a³igame usted,
que no la pueda querer.

Yo a usted la miro con gran devocia³n,
y me mira usted a ma­
con los ojitos en llamas,
arde su almita tambian.

Usted tiene esposo y cuatro churumbeles
y yo hace aa±os que casa;
qua triste es la vida, triste y traicionera,
fui de pesca y no pesqua.

Un da­a de astos no me aguantara
y le prometo bajar;
si usted me da su licencia
algo se podra¡ arreglar.

Si a sus comadres pudiera evitar
haga¡melo usted saber,
que maa±ana mismo bajo
de su ca¡ntaro a beber.

¡Ay, Marifa!,
ya puede ver:
buena la hemos armado.
Penas de amor,
mala cuestia³n,
ma¡s si esta¡s amarrado.

Si maa±ana la puedo ver
y la puedo al fin abrazar,
no pase pena ni temor
que de amor la voy a colmar.

Todas las tardes, ¡ay, mi Marifa!,
baja usted al rio a lavar.
Yo a usted la miro con gran devocia³n,
mal no me mira usted a mi.
Todas las tardes, ¡ay, mi Marifa!,
baja usted al rio a lavar.
Si usted me deja, yo la ayudara,
pondremos la ropa a sec